Es increible como dos personas pueden llegar a pensar exactamente lo mismo y es que encontré esta crítica a la película Avatar que expresa perfectamente mi opinión sobre la película, así pues aquí te la reproduzco para que la puedas leer...
Por fin nos llega Avatar, la nueva película de James Cameron después de unos cuantos años y que se nos prometía como una nueva revolución a nivel de rodaje y de efectos especiales, pero ¿realmente el film cumple con las expectativas creadas? y ¿será un film para recordar y de culto? Pues vamos primero a comentar los diversos aspectos de Avatar y sus virtudes y sus defectos para luego intentar responder a estas difíciles preguntas.
Creo que hay que analizar Avatar de dos maneras muy distintas, una seria la parte de innovación digital y de efectos especiales, y la otra parte seria su guión y la historia que nos cuenta.
En el primer apartado no hay que darle muchas vueltas para afirmar que Cameron nos ofrece un film espectacular como pocos y con unos efectos digitales realmente dignos de ver en pantalla grande y sobre todo en 3 D. El mundo alienígena creado por el director está plagado de detalles y de formas de vida totalmente nuevas tanto animal como vegetal, aunque la mayoría sean basadas en formas terrestres, pero tratadas con gran imaginación e incluso con maneras de moverse y desplazarse diferentes, muchas criaturas tiene cuatro patas delanteras y hay pequeñas criaturas que vuelan en círculos.
La sensación de realidad es prácticamente una constante durante todo el metraje, no es perfecta aun, hay momentos en que todavía se nota el ordenador, pero seguramente sea lo más logrado que se haya hecho hasta la fecha y en mayor cantidad. Los rostros y los primeros planos son increíbles lo reales que parecen. Cameron también apuesta por un gran avance en la técnica 3 D, he visto algunas películas así y hay que decir que la sensación de profundidad y de naturalidad se ha mejorado bastante, es un 3 D mucho más sutil al que te acostumbras rápidamente.
Pero en lo que se refiere a la historia, Cameron nos la ha colado bien colada. Esta recreación de un mundo alienígena al detalle se ve descompensada por un guión que no sorprende a nadie, que es predecible hasta el último segundo y que no es más que el cuento de Pocahontas llevado a la ciencia ficción. Si no fuera porque el director es Cameron y por el majestuoso envoltorio estaríamos hablando ahora de un film mediocre en el que es mucho más excitante ir descubriendo que nuevas criaturas, formas de vida y paisajes se nos van presentando a lo largo del metraje que la historia de sus protagonistas.
Avatar aguanta su larga duración tanto por los efectos especiales y su gran espectáculo visual como por la pericia de su director a la hora de imponer en el film un ritmo trepidante, que no está exento de sus bajones, y de unas escenas de acción y persecuciones muy bien rodadas con unos grandiosos planos a cámara lenta donde observar por unos segundos al detalle todo el esplendor de los efectos digitales.
Una vez analizado el film, toca volver a las cuestiones iniciales. En lo que corresponde a si el film cumple con lo prometido, que en este caso siempre ha sido su aspecto técnico, creo que lo hace con creces. La revolución que nos prometía Cameron tendrá que ser explorada por nuevos directores capaces de incorporarla a sus films y que haga que esta sea más barata para que cada vez sea más utilizada y mejorada. Lo que es difícil de adivinar en los tiempos que corren es cuánto tardará está tecnología en estar desfasada y saldrán nuevos y mejores avances.
Pero creo que la clave está en si este film revolucionario en sus formas será recordado como tal y considerado con el tiempo de culto o sencillamente pasará al olvido, y en mi humilde opinión creo que será más lo segundo que lo primero, porque Cameron ha cometido el garrafal error de contarnos una historia que no tiene nada de nuevo, por mucha parafernalia con la que la ha intentado vestir, y eso, muy a su pesar, es lo que le acabará pasando factura con el tiempo, porque los efectos especiales están muy bien, pero sin una gran historia apasionante y emocionante detrás, no son suficiente.
Escrito por Dragón negro en "Más allá de orión"
Por fin nos llega Avatar, la nueva película de James Cameron después de unos cuantos años y que se nos prometía como una nueva revolución a nivel de rodaje y de efectos especiales, pero ¿realmente el film cumple con las expectativas creadas? y ¿será un film para recordar y de culto? Pues vamos primero a comentar los diversos aspectos de Avatar y sus virtudes y sus defectos para luego intentar responder a estas difíciles preguntas.
Creo que hay que analizar Avatar de dos maneras muy distintas, una seria la parte de innovación digital y de efectos especiales, y la otra parte seria su guión y la historia que nos cuenta.
En el primer apartado no hay que darle muchas vueltas para afirmar que Cameron nos ofrece un film espectacular como pocos y con unos efectos digitales realmente dignos de ver en pantalla grande y sobre todo en 3 D. El mundo alienígena creado por el director está plagado de detalles y de formas de vida totalmente nuevas tanto animal como vegetal, aunque la mayoría sean basadas en formas terrestres, pero tratadas con gran imaginación e incluso con maneras de moverse y desplazarse diferentes, muchas criaturas tiene cuatro patas delanteras y hay pequeñas criaturas que vuelan en círculos.
La sensación de realidad es prácticamente una constante durante todo el metraje, no es perfecta aun, hay momentos en que todavía se nota el ordenador, pero seguramente sea lo más logrado que se haya hecho hasta la fecha y en mayor cantidad. Los rostros y los primeros planos son increíbles lo reales que parecen. Cameron también apuesta por un gran avance en la técnica 3 D, he visto algunas películas así y hay que decir que la sensación de profundidad y de naturalidad se ha mejorado bastante, es un 3 D mucho más sutil al que te acostumbras rápidamente.
Pero en lo que se refiere a la historia, Cameron nos la ha colado bien colada. Esta recreación de un mundo alienígena al detalle se ve descompensada por un guión que no sorprende a nadie, que es predecible hasta el último segundo y que no es más que el cuento de Pocahontas llevado a la ciencia ficción. Si no fuera porque el director es Cameron y por el majestuoso envoltorio estaríamos hablando ahora de un film mediocre en el que es mucho más excitante ir descubriendo que nuevas criaturas, formas de vida y paisajes se nos van presentando a lo largo del metraje que la historia de sus protagonistas.
Avatar aguanta su larga duración tanto por los efectos especiales y su gran espectáculo visual como por la pericia de su director a la hora de imponer en el film un ritmo trepidante, que no está exento de sus bajones, y de unas escenas de acción y persecuciones muy bien rodadas con unos grandiosos planos a cámara lenta donde observar por unos segundos al detalle todo el esplendor de los efectos digitales.
Una vez analizado el film, toca volver a las cuestiones iniciales. En lo que corresponde a si el film cumple con lo prometido, que en este caso siempre ha sido su aspecto técnico, creo que lo hace con creces. La revolución que nos prometía Cameron tendrá que ser explorada por nuevos directores capaces de incorporarla a sus films y que haga que esta sea más barata para que cada vez sea más utilizada y mejorada. Lo que es difícil de adivinar en los tiempos que corren es cuánto tardará está tecnología en estar desfasada y saldrán nuevos y mejores avances.
Pero creo que la clave está en si este film revolucionario en sus formas será recordado como tal y considerado con el tiempo de culto o sencillamente pasará al olvido, y en mi humilde opinión creo que será más lo segundo que lo primero, porque Cameron ha cometido el garrafal error de contarnos una historia que no tiene nada de nuevo, por mucha parafernalia con la que la ha intentado vestir, y eso, muy a su pesar, es lo que le acabará pasando factura con el tiempo, porque los efectos especiales están muy bien, pero sin una gran historia apasionante y emocionante detrás, no son suficiente.
Escrito por Dragón negro en "Más allá de orión"
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